A mover el... raton

viernes, diciembre 03, 2004

As de oro


Existe un valioso grupo de personas que han aprendido a sacar cosas buenas, de circunstancias o hechos quizas no tan buenos (la separación). En su mayoría muy alegres y dicharacheros, casi incomprensibles para mi que soy (en apariencia) la antitesis de la chacota, pero ¡esa es la magia! aún diferentes igual los quiero. En principio mayores, pero en estos tiempos también empezamos a llegar más jovenes (es que antes nadie se veía separado a los 28). Ellos comparten para ayudarse entre el mismo grupo y para ayudar a los demás. En estos momentos estamos en plena campaña navideña para ayudar a los niños del Hogar La Montaña, y yo pude reintegrarme sólo ahora que terminaron las clases en la U.

Para ayudar a la campaña me vi el tarot, a pesar de mis prejuicios y distancia a los temas esotéricos. "Mucha sicología aplicada" diria mi soberbia. Pero al menos me hizo bien conversar, siento que gané mucho más que lo que me costó en $. Y darme cuenta "una vez más" de mis limitaciones: una arrogancia y poca afectividad diametralmente opuesta a lo que siente mi corazón. Algo que casi revienta por salir pero le cuesta expresarse. Y mi hijo como única salida y medio humano de expresión de este torrente de cariño y sentimientos (Gabriel, espero no ahogarte). La carta que representaba a mi hijo como protector y maestro no podía ser más acertada.


Una buena carta para mí tenía el destino guardada en el ambito de las ideas "As de oro" (¡ejem! no puedo desafiar al destino ;) ). Donde no quise saber nada en absoluto fue en el amor, lo dejo todo a la magia del misterio (o quizas no queria ver una carta vacía y decir nuevamente que aceptaría el destino).


Muchas autopropuestas, muchos autodesafíos para esta altura del año, y nada de fuerzas... siento que debería dormir días enteros si tan sólo pudiera (y el maldito estrés me dejara)

¡¡¡Que mier...cale!!! tanta autoexigencia y autocrítica sigue siendo expresión de arrogancia. Miré a los demás del grupo que compartíamos en la mesa, cada uno con su historia de crecimiento, unas muy bien guardadas en el corazón con llave, otras a flor de labios con expresión alegre. "Buen humor, divino tesoro" diría yo más que "juventud divino tesoro". Uno de los comensales aparentaba unos "40 y poco", sin embargo había sido torturado en el Estadio Nacional a los 20 años, y contaba su historia sonriente, feliz de poder contarla, de que a pesar de los momentos más duros y de muerte de conocidos en ese lugar, un poco de humor era lo único que les hacía mantener la cordura y la vida, el poder verse a ellos "como en 3a persona", objetivamente y con esperanza. El humor que mantenía hasta ese momento, parte integrante de la vida, de nacimiento o como leccion.

¿Será que diciembre es época de balances? ¡bahhh! no envejecemos de un año a otro, sino de cada milisegundo a otro. Envejecemos cuando no crecemos, aprendemos o amamos. Y envejecemos 10 veces más rápido cuando nos falta sueño. Así que a mis conocidos les pido una cadena de oración a San Expedito o lo que sea, para poder conciliar el sueño Gracias :) (le tengo tanta distancia a los quimicos como al esoterismo). Gracias también a los que me leen, escriben y por supuesto a:

http://www.separadoschile.cl