A mover el... raton

viernes, abril 04, 2008

Sobrepasada de responsabilidades

Me siento sobrepasada de responsabilidades. Y como buena ingeniera me propongo analizar el tema y buscarle una solucion (y cruzando los dedos para que hacer esto no me sea otra carga mas de responsabilidad, para conmigo). Incluso un tiempo este blog se me hizo una responsabilidad lo que me hizo dejarlo ¿Por que vuelvo a escribir? ¿y de esto? porque veo que es un problema comun (y no me consuelo tonta) y quizas alguien mas pueda leer esto y compartirlo.


1. ¿Tengo demasiadas responsabiliades?
2. ¿Tengo una cantidad de responsabilidades normal y hay algo que me hace sentir sobrecargada?


Tengo argumentos para apoyar ambas hipotesis.


Punto para 1: Quizas mis responsabilidades han aumentado con el tiempo
Punto para 2: Al contrario, han disminuido, pero el cansancio de mis responsabilidades anteriores me esta pasando la cuenta ahora.


Quiero hacer la distincion entre lo que creo es responsabilidad y tarea. Tarea es algo que uno empieza y termina. Responsabilidad es algo que te va ocupando la cabeza, pensamiento, voluntad, corazon, o como quieran llamarlo, desde incluso antes de asumirla, y la que a veces no sabes cuando termina, en cualquier momento te interrumpe, en fin, esta siempre presente.

Antes tenia muchas tareas, si. Tareas que cansan, tambien. Ahora siento que estas van trocando mas en responsabilidades. Mas personas involucradas, mas ajustes, mas organizar, lo que con mi afan perfeccionista hace que muchas veces se me escape de las manos, y mi poca tolerancia a la frustracion hace que el cansacio ya no sea sólo fisico o mental como con las tareas, sino animico como es con las responsabilidades.

#Actualizacion 24-abril:

Me retrata una de las preguntas tipicas de las entrevistas sicologicas para postular a trabajos: "¿Planificas para el fin de semana muchas mas cosas de las que finalmente realizas?" Mucho abarco, poco aprieto. La (ir)responsabilidad ya no es solo para los demas sino conmigo misma, y asi la frustracion queda aun mas cerca que en un bolsillo. Como la hormiga que corre desesperada y no atina a dónde dirigirse cuando un golpe fuerte interrumpe la fila, me siento a veces desorientada por no decir derechamente mal-orientada. ¿Cuales miercales son mis prioridades? , a veces las veo demasiado en el fondo, demasiado transparentes, demasiado dificiles de visualizar de conceptualizar, aunque para cualquier persona deberían salir rápidamente de su boca al preguntársele. Y mirándome en tercera persona me doy cuenta que a veces priorizo cosas tan pedestres, tan poco importantes... ¿Acaso mis carencias (reales o subjetivas) forman a mis necesidades, y estas necesidades guian mis prioridades?

Entonces si las carencias pueden llegar a ser tan importantes ¿que las forma? ¿Algo que sentimos nos faltó en cierto minuto puede afectarnos tanto que puede guiar nuestra vida? Quisiera no creerlo, puesto que las carencias pueden ser muy circunstanciales, y a veces dolernos mas que una carencia constante, desde la lámina que nos faltó para completar el álbum, hasta las vacaciones que por años nos hemos comido. A veces también esas raíces están muy escondidas y se vuelven tan inasibles como las prioridades.

#Actualizacion 8-mayo:

Observar, reflexionar, conversar y escribir como primer ciclo, son buenas maneras de sacar a la luz de la razon la nebulosa de prioridades y necesidades. En el siguiente ciclo seleccionar. Desde chicos nos enseñaron a botar la basura, a lavarnos los dientes, pero ¡cuanto cuesta! hacer eso mismo con las costumbres inutiles (por no decir vicios), y es que una costumbre por mas inutil que sea, tiende a darnos cierto sentido de seguridad especialmente en esa sociedad que tantas cosas parecen inseguras y efímeras. Primero está el coraje de dejar algo, después está la sensación de ansiedad e inseguridad, el "¿que hago ahora?" o "esto me costará a futuro". Ante eso, el repentino tiempo libre que se siente completamente ajeno dentro de la acostumbrada vorágine, creo que lo mejor es simplemente "descansar" por mas pedestre que parezca, decirse a uno mismo "me lo merezco, mañana será otro dia".

En el tercer ciclo, supuestamente algo mas calmada la ansiedad, viene el apreciar y reordenar. El tener claros los objetivos (prioridades) nos llevará a tomar lo que necesitamos para lograrlos, ni mas ni menos. Quizas no podemos apreciar (o amar) todo lo que nos rodea, dificilmente amemos el Transantiago, la contaminacion, la mala salud publica, pero si tenemos la claridad para poder encontrar en lo que nos rodea lo que nos sirva o a lo que servimos, algo mas podemos apreciarlo y de esa manera podremos rodearnos de lo que apreciamos (y ojalá eso no sean cosas materiales sino personas y valores).

Y si aun asi vemos que nada que nos rodea vale la pena, no desesperar, el vacio es solo un principio, y somos algo más que una piedra inmovil sobre la tierra. Como dice el Credo de Samurai (fuente:http://www.kenwakai.org) :

No tengo padres;
hago del Cielo y la Tierra mis padres.
No tengo poder divino;
hago del honor mi fuerza.
No tengo recursos;
hago de la humildad mi apoyo.
No tengo el don de la magia;
hago de mi fortaleza de ánimo mi poder mágico.
No tengo vida ni muerte;
hago del Eterno mi vida y mi muerte.
No tengo cuerpo;
hago del valor mi cuerpo.
No tengo ojos;
hago del resplandor del rayo mis ojos.
No tengo orejas;
hago del buen sentido mis orejas.
No tengo miembros;
hago de la vivacidad mis miembros.
No tengo proyecto;
hago de la oportunidad mi designio.
No soy un prodigio;
hago del respeto al Dharma (Doctrina) mi milagro.
No tengo principios;
hago de la adaptabilidad a todas las cosas mis principios.
No tengo amigo;
hago del espíritu mi amigo.
No tengo enemigo;
hago de la distracción mi enemigo.
No tengo armadura;
hago de la benevolencia y la rectitud mi armadura.
No tengo fortaleza;
hago de la "sabiduría inmutable del espíritu" mi fortaleza.
No tengo espada;
hago del "silencio del espíritu" mi espada.

Esto no ha pretendido ser una receta (por esa cobro, jeje) sino lo que creo me puede servir, y que quizas le pueda servir a otros.